El futuro del futbol femenil ya no es promesa, es presente

Por Fulana de Tal

Cuando se habla de crecimiento, no basta con medir cifras. Hay que entender lo que estas significan. En el último torneo 2024-2025, la Liga BBVA MX Femenil no solo atrajo a miles de aficionados a los estadios: también logró 23.7 millones de views en plataformas digitales y más de 60 millones de impresiones.  En un país donde aún se discute si el futbol de mujeres “vende”, la realidad ya lo desmiente con datos.

Los partidos más vistos superan el millón de vistas. Clásicos femeniles como América vs Chivas (1.8 millones de visitas) o Rayadas vs Pachuca (1.1 millones de visitas) se convirtieron en eventos mediáticos por mérito propio. Además, iniciativas de transmisión como “FutFemDondeSea” han roto la barrera de la distribución, acercando el futbol femenil a nuevas audiencias a través de YouTube, TikTok y Facebook.

Pero no podemos conformarnos. Lo que hemos logrado es apenas la base. Para sostener este crecimiento, necesitamos más que clicks: necesitamos un producto con mejor calidad, inversión constante, foco en fuerzas básicas, una estructura deportiva y comercial independiente, narrativas propias y calendarios que prioricen la visibilidad, no solo la coexistencia con la Liga BBVA MX varonil.

Las audiencias ya están. Las jugadoras también. El talento, sin duda, está presente. Ahora, lo que toca es dar el siguiente paso: que quienes toman decisiones acompañen ese impulso con visión, estructura, recursos y continuidad. El futbol femenil no espera a que le den permiso, construye su camino con fuerza propia, y con el apoyo correcto, su crecimiento será imparable.

Redoblemos esfuerzos en dos frentes: que la visibilidad sea constante y no sólo estacional, integrando al futbol femenil en las estrategias de comunicación y contenido todo el año; y que cada alianza o patrocinio venga acompañada de activaciones con propósito, que toquen las bases, inspiren a nuevas audiencias y fortalezcan el ecosistema en sus cimientos. 

Celebremos en conjunto y empujemos que el “FutFemDondeSea” no sea una campaña, sino que sea una realidad sostenida y de crecimiento. Porque cuando las mujeres pisan la cancha, no piden permiso; lo hacen con historia, con fuerza, y con el derecho a tener estadios llenos.  Hagamos que cada partido sea una declaración, una promesa cumplida de que el futbol femenil llegó para quedarse y transformar.

El balón ya está rodando. Sigamos empujando el juego hacia donde siempre debió estar: en el centro de todas las miradas. 

¡Abramos Cancha!

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