Lizbeth “La Maga” Ovalle: el fichaje que cambió la historia del fútbol femenil
Por Fulana de Tal
La noticia sacudió al fútbol femenil: Lizbeth “La Maga” Ovalle dejó Tigres Femenil para fichar con el Orlando Pride de la NWSL en una transferencia histórica que osciló entre 1.5 y 2 millones de dólares. Una cifra nunca antes vista en el fútbol mexicano femenil y que hoy coloca a la futbolista de 25 años en la cima de los récords mundiales de fichajes, superando el traspaso previo de la canadiense Olivia Smith.
Ovalle no se va como una más. Se despide de Tigres Femenil como ídola, tras conquistar seis títulos de liga y convertirse en símbolo de una institución que marcó la pauta en la Liga MX Femenil. Su último partido con las Amazonas, el 15 de agosto, fue un adiós con aroma a legado. Una etapa que terminó, pero que abre otra llena de retos y nuevas vitrinas para el fútbol mexicano.
Este fichaje representa mucho más que una transacción millonaria. Es la confirmación de que las jugadoras mexicanas tienen mercado, valor y prestigio a nivel internacional. Es también un mensaje poderoso: el talento que se forma en la Liga MX Femenil ya no solo alimenta al espectáculo local, ahora se exporta a la National Women's Soccer League (NWSL), la liga más competitiva del mundo.
Para México, es un motivo de orgullo y también una llamada de atención. Si queremos retener a nuestras figuras, necesitamos invertir más, ofrecer condiciones competitivas y reconocer que el fútbol femenil es un negocio real, con potencial deportivo y económico. Ovalle rompe el molde y nos recuerda que cuando una jugadora brilla, abre puertas para todas.
Lizbeth, con su magia, ya escribió historia en México. Ahora, en Orlando, llevará esa misma chispa a nuevos escenarios, junto con la delantera zambiana Barbra Banda, figuras como Marta, una leyenda del fútbol mundial, y Haley McCutcheon.Y su fichaje no es solo suyo: es de todas las futbolistas que sueñan con un camino profesional, de las niñas que en las canchas de barrio sueñan con ser “La Maga” y de una afición que exige ver al fútbol femenil en el lugar que merece.
Porque sí, este traspaso es una transacción récord, pero sobre todo, es una señal de que el fútbol femenil ya no pide espacio… lo está conquistando.
¡Abramos cancha!