GDL Open: el torneo que me recuerda por qué amo el tenis

Por Fulana de Tal

Desde niña viví con una raqueta en la mano. El tenis no solo fue mi deporte, también fue mi escuela de vida. Aprendí a ganar, a perder y a reconocer que en cada punto había una oportunidad de reinventarse y aunque mi camino profesional me llevó hacia otros escenarios, el amor por el tenis sigue intacto. Por eso, cada torneo de tenis no lo vivo sólo como espectadora: lo siento como un regreso a mis propios orígenes, a ese lugar donde descubrí la pasión que me ha acompañado toda la vida.

El GDL Open no es cualquier competencia. Se trata de un WTA 500 con una bolsa de un millón de dólares, con un cuadro principal de 28 jugadoras en singles y 32 parejas en dobles. Más allá de los números, lo que conmueve es la calidad y el carácter de quienes pisan la cancha. Este año veremos a Emma Navarro (ranking 11), Veronika Kudermetova (25), Elise Mertens (21), Jelena Ostapenko (26), Anna Kalinskaya (29), Leylah Fernández (30) y a la polaca Magdalena Fręch (33). Una constelación de talento que llega a México para demostrar por qué el tenis femenil está viviendo un momento histórico.

Y es que este evento deportivo se ha convertido en un escaparate mundial para nuestro país. No solo por atraer a jugadoras de talla internacional, sino por la manera en que Guadalajara ha abrazado el torneo. Recuerdo bien las veces que competí en canchas donde apenas había público y donde el reconocimiento parecía reservado solo para los hombres. Hoy, ver las gradas del Centro Panamericano de Tenis vibrar, es una imagen poderosa: confirma que hemos avanzado y que México está listo para recibir al mejor tenis del mundo.

Además, este torneo nos invita a reflexionar sobre el futuro del deporte femenil en nuestro país. El tenis, a diferencia de muchos otros deportes, nació siendo mixto: desde sus orígenes lo practicaban tanto hombres como mujeres. Esa base lo convirtió en un terreno fértil para romper estereotipos y avanzar hacia una igualdad que hoy se refleja en las bolsas de premios y en la enorme audiencia que sigue de cerca los torneos femeniles alrededor del mundo. Lo que vemos en Guadalajara es más que una competencia: es la construcción de un legado que puede inspirar a nuevas generaciones de jugadoras y aficionados.

El GDL Open no es solo un torneo: es una declaración de principios. Nos recuerda que el deporte se transforma con cada saque, con cada quiebre y con cada partido que logra conmover a una nueva generación. México está en el mapa del tenis mundial no solo por la calidad de sus torneos, sino también por las hazañas de sus jugadoras: basta recordar la histórica victoria de Renata Zarazúa en el US Open 2025, al ganar por primera vez en la cancha principal del Arthur Ashe Stadium; y en paralelo, el tenis femenil internacional sigue dando ejemplos de grandeza, como lo hizo Aryna Sabalenka al coronarse bicampeona del US Open, consolidando su lugar como la del mundo. Estos hitos nos confirman que el tenis es un espejo de resiliencia y excelencia que trasciende fronteras.

Que esta edición sea otra muestra de lo que somos capaces de construir cuando abrimos espacio al talento y la igualdad. Porque el tenis, como la vida, siempre da una segunda oportunidad a quien se atreve a luchar cada punto.

¡Abramos cancha!

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